Los primeros días del cachorro en casa, sobretodo si es muy pequeño y viene de estar con su madre y hermanos, son algo complejos. Hay que tener paciencia y comprender que el cachorro se esta ajustando a su nueva situación, lo que seguramente se resuelve en poco tiempo. Claro que cada cachorro es diferente y las estrategias que desarrollen para resolver la angustia que le produce la separación de su madre, será diferente.
Atentos pero a distancia
Es algo bastante común que ladren y mucho. En un buen porcentaje de casos lo hacen para reclamar nuestra atención, como también hace el cachorro humano. Un perro ladra y un bebé llora. Así como aprendes con el tiempo e identificas el llanto de tu bebe, lo mismo pasa con esos ladridos, se logra comprender si es por hambre, frío o solamente por llamar esa atención.
Educarlo desde el comienzo
Cuando vemos que ladra solo por eso, lo que hay que hacer es no hacerle caso. No hay que hacer contacto visual, no hablarle y no acercarse. Simplemente se lo ignora. En cuanto se queda en silencio, ahí nos acercamos y lo acariciamos, para que vea que si nos interesa, pero no que consigue atención ladrando. Con el tiempo y muchas repeticiones, funciona.
Algo que acelera ese aprendizaje son los premios. Si el cachorro se calma y para de ladrar, nos aceramos, lo acariciamos y si es el caso que el veterinario lo permite, le damos un chuche. Si no es bueno para el, le damos un trozo de carne lo que es un gran premio.