Para quienes gustan realmente de las aves, se interesan de observarlas en la naturaleza y no dentro de una jaula. Es una postura que en este blog tenemos bastante clara y es de defender el derecho a la libertad de estos animales. Esta claro que no quiere decir que quienes tienen un ave en casa sean personas malas ni mucho menos, pero tal vez replantearse las cosas sea un buen camino. Por supuesto que si tienen un ave que ha nacido en cautiverio en muchos casos liberarla es matarla. El punto sigue siendo no comprar mascotas de ninguna clase por ningún motivo, para que se comprenda que no son objetos negociables.
Quienes se dedican a observar el comportamiento de las aves han notado cambios muy importantes en sus costumbres migratorias en las últimas décadas. Las aves que migraban al sur durante el invierno buscando refugiarse en los humedales bastante más cálidos, lo hacen cada vez en menor número, cada vez se quedan más al norte y las migraciones son cada vez más cortas. Todo esto se corresponde en el tiempo con el aumento de la temperatura.
Por ejemplo, el ganso común y el porrón moñudo llegan cada vez más tarde y en menor número a los humedales de Reino Unido. En algunos de ellos donde se contaban 6 mil aves en invierno, hoy día no llegan a las 500. Esto, a su vez irá provocando cambios cada vez más obvios en los propios humedales, que ya no reciben un número tan importante de aves.
Recomiendo muy enfaticamente, el turismo de avistamiento de aves o la posibilidad de hacer un curso al respecto.