La mayoría de quienes tenemos mascotas pensamos en lo satisfactorio de su compañía, pero recordemos que hicimos un compromiso al momento de adquirirlos, ya que dependen totalmente de nuestros cuidados.
No basta con tener un lugar cómodo para ellos, o solamente comprar cada cierto tiempo la comida que necesitan, los animales son seres vivos, con ciertas necesidades extras a la alimentación o descanso. Por ejemplo, comparten con los humanos la necesidad de cariño, de diversión, y ¿a quién van a acudir, sino a su amo?
Es comprensible que el ritmo en el que vivimos impide muchas veces tomar un tiempo todos los días para sacarlo de paseo, por ejemplo, si es un perro; pero en cualquier momento libre que tengamos recordemos acariciarlo, hablarle con un tono de voz cariñosa, poner atención a su semblante (quienes conocemos muy bien a nuestra mascota logramos reconocer su estado de ánimo o de salud al ver su semblante)…
Además, está comprobado que el interactuar con las mascotas relaja nuestro estado de ánimo y nos ayuda a eliminar el estrés, así que es una situación “gana-gana“. Puedes hasta beneficiarte físicamente ya que llevar a tu perro a jugar al parque, o a correr es ejercicio para ambos…