El galgo español es un animal que cuenta con una larga trayectoria y toda una historia en nuestra península; historia que ha dejado sentado varios precedentes del lugar y el valor que esta raza tenía dentro de la sociedad desde la época del renacimiento.
Esta raza nos brinda un animal de carácter serio y un tanto retraído, salvo sus momentos de mayor vivacidad que son aquellos en los que realiza la tarea que por instinto lo colma de felicidad: la caza.
Su característica más significativa es su delgadez, a pesar de la cuál podemos decir que es un animal de buen tamaño y contextura muy compacta. Todo su cuerpo es de una armonía larga y estrecha; y está recubierto por un pelaje fino y corto.
Otro punto muy característico del galgo español es su hocico fino y largo, por ser un animal de caza tiene una excelente dentadura y su mordida es en forma de tijera. Sus ojos son pequeños y oblicuos; y tiene una mirada que inspira mucha dulzura y tranquilidad.
Todo en esta raza parece creado para inspirarnos fortaleza y agilidad. En muchos países aún hoy se los usa para competencias de velocidad, aunque su mayor uso es el referido a la caza.
El galgo es un animal tranquilo y manso, pero también muy guardián. Quienes se dedican a su cría confiesan que es un excelente animal de compañía que perfectamente puede ser educado como mascota familiar ya que entre todas sus virtudes está la de ser muy inteligente y obediente a sus amos.