Autor: Escarlata
Lo prolongado y profundo de la crisis económica que atraviesa nuestro país hace que las consecuencias sean cada vez más generalizadas. No se trata de reducir los días de vacaciones, se trata de que muchas familias españolas, demasiadas, no están pudiendo cumplir con sus pagos mensuales en cosas elementales. Se deja de pagar la hipoteca o se hace con mucho retraso, créditos y algo que hoy nos preocupa mucho, los cuidados veterinarios de las mascotas. Es un hecho que nadie desconoce que los controles de salud de las mascotas españolas son cada vez menores.
Es muy comprensible que si hay crisis no hay dinero
No se puede discutir eso. El punto es cuando hay muy poco dinero y es necesario decidir en qué se gasta y en que no. No se puede no comer ni no reponer en forma hasta elemental la vestimenta. Pero a la hora de decidir si el perro o el gato, que se ven muy sanos, tienen que ir al veterinario para su revisión periódica, son cada vez más las personas que deciden que es un gasto evitable.
El punto es que tal vez parecen sanos y no lo están
Tratar una enfermedad en forma precoz es más simple y hasta más barato. Si dejamos que las cosas avancen, cuando llega el momento de ir al veterinario la cuenta es imposible de pagar.
Tal vez el caso sea tener criterio
No es lo mismo dejar sin su revisión a un perro de tres años que siempre ha sido sano y se lo ve muy bien, que a otro que tiene nueve años y parece algo más lento de lo que debería estar. Si tenemos que elegir, claramente es mejor llevar al más anciano.
Se puede entender que la crisis afecta al ocio nocturno de discotecas, pero no el cuidado de la salud.