Si bien es cierto que los perros en la medida que envejecen restringen su actividad, esto no quiere decir que no sea importante que jueguen y que paseen. El punto es adaptar esos juegos y paseos a su condición física.
Seguramente ya no correrá detrás de una pelota como lo hacía antes, pero una caminata corta y a su paso sigue siendo importante.
En cuanto al juego es algo clave en la vida de un perro. Es el momento que comparten con las personas de la familia y se les dedica especia atención. En el mercado hay juguetes para perros más viejitos especialmente adaptados.
Por ejemplo, los famosos juguetes Kong tienen una línea especial para los perros ancianos, que se adaptan perfectamente. Estos juguetes permiten ocultar en su interior comida, cosa muy entretenida para un perro. En el caso de los perros mayores, esa comida es especial para esa condición.
En lo personal los recomiendo especialmente.
Imagen: eladiestramiento.com